Watchmen viene dando que hablar, sin embargo, las semillas argumentales instaladas en el primer episodio, continúan germinando, y se siguen revelando más secretos. Las referencias se siguen apilando, pero con un propósito específico, y en este capítulo un nuevo personaje entrará en escena, una cara conocida de las viejas épocas.
Cazadora de Justicieros
El espisodio comienza con una voz femenina, contando un chiste. Clara referencia a Comedian, sin embargo, esta broma está siendo contada por una persona a la que simultáneamente se la ve intentando robar un banco, y al aparecer un justiciero a salvar el día, cosa que es ilegal, se descubre como una agente del FBI, y se revela que era todo una trampa para el enmascarado.
Laurie Blake (Jean Smart) no solo se ha vuelto contra los vigilantes, si no que además adoptó el apellido de su padre biológico. En el cómic, así como en la adaptación de 2009, Laurie Juspeczik (o Júpiter), era Silk Spectre, y en la historia se revela que es hija de Comedian, uno de los personajes más controvertidos de la historia.
La ahora Agente Blake, será la encargada de investigar el asesinato de Judd Crawford (Don Johnson) en Tulsa, y es enviada por el Senador Keane (James Wolk). Esto tiene que ver con la mitología de la obra original, ya que fue el Acta Keane en 1977 la que prohibió a los Justicieros operar en las calles y volvió ilegal su actividad. Pese a que en Tulsa se permite a los policías utilizar máscaras, hay algunos con uniformes e identidades extras, como Red Scare (Andrew Howard), Pirate Jenny (Jessica Camacho), Lookin Glass (Tim Blake Nelson), y la misma Sister Night (Regina King). Blake se llevará para asistirla al agente Petey (Dustin Ingram) que se especializa en historia, pero al que trata como a un chico de los recados cualquiera.
Permíteme contarte un chiste
Una de las narrativas del episodio, es la voz en Off de Laurie Blake hablando en una cabina que se supone que permite entregar mensajes al Dr. Manhattan, quien en el pasado fue su pareja, hasta los eventos de la novela gráfica. La broma, es típica de Comedian:
Un hombre construye una parrilla perfectamente planeada, pero le sobra un ladrillo, al verse desesperado por su falta de perfección quiere romperlo, pero su hija le pide que no, y toma el ladrillo y lo arroja. Luego pide cambiar el chiste, y cada uno es Diós preguntando a tres héroes sobre lo que hacen con sus dones, las representaciones de Ozymandias, Night Owl y Manhattan aparecen, y todos se van al infierno. Pero al final aparece una mujer, que resulta ser la niña que arrojó el ladrillo, este cae y mata a Diós, que va al infierno.
Esta humorada no es otra cosa que presentarse como una fuerza de la naturaleza, un huracán que barrerá al mismo creador, y que ni Manhattan puede detenerla. Claro que la respuesta de Manhattan será arrojar un automóvil frente a ella. Que parece ser el vehículo que se llevó a Will Reeves (Louis Gossett Jr.).
Ozymandias en carne y hueso
Adrian Veidt (Jeremy Irons) continúa con sus experimentos, en este momento construye un traje para uno de sus androides, parecido a una escafandra de submarinismo, el experimento resulta en otro clon muerto, por congelamiento. Lo que sugiere que, de alguna manera los envía al espacio. O a la antártida, a su antigua base. Sin embargo, es probable que esté intentando llegar a Marte.
La historia del agente Petey que acompaña a Laurie nos informa de que una tal Lady Trieu (Hong Chau) compró Veidt Enterprises, y que luego Ozymandias se declaró muerto, pero que un conocido en Argentina le dijo que Veidt se hizo cirugía plástica y que sigue vivo. De esta manera la serie nos presenta no solo a Veidt firmando una carta con su nombre, si no que además, vemos a Irons vestido con el viejo uniforme de Ozymandias.
Muerte en el funeral
La investigación de Blake la llevará al funeral de Crawford para conocer a Angela Abar, un miembro de la 7ma aparece con un chaleco explosivo, buscando secuestrar a Keane, y aunque es asesinado por Blake, Abar debe arrojar al extremista al hueco preparado para el ataúd y arrojar el cofre con el cuerpo de Crawford encima para minimizar los daños a los vivos.
El Acta Keane fue la encargada de eliminar a los enmascarados, y es natural que el senador descendiente de quien la redactó continúe el legado. Es un nombre de peso en la mitología de Watchmen. Sin embargo, esto proporcionará el encuentro necesario para que Blake y Abar puedan conversar un poco.
Will en el anterior episodio nombró una gran conspiración que se está llevando a cabo, pero que no se puede decir, sin embargo, casi todos los jugadores están en el tablero. Falta presentar a Lady Trieu que es quien posiblemente aparezca en el próximo episodio, y con las maquinaciones de Veidt es posible que sean las dos fuerzas antagónicas más grandes de la temporada, sobre todo por el conflicto de la compra de Veidt Enterprises por la mujer señalada por el agente Petey.
Se nos recuerda también el incidente del calamar gigante, con lo que se termina de comprobar que esta serie es una secuela directa de la versión original de Moore y Gibbons. De la misma manera, si mantienen la narrativa, es probable que Abar y Blake solo sean jugadoras menores en esta historia que irán descubriendo la gran conspiración de Will, pero que eventualmente no contarán con las herramientas para disolverla.
La predestinación es una constante en la obra original, y el concepto de destino sellado representado por la imposibilidad de Manhattan de realizar cambios en la línea temporal genera esta historia que nos ilusionará con un final feliz, pero que probablemente, sea todo “un chiste”.
Watchmen se emite todos los domigos en HBO.