Antes de que se emitiera la temporada final de Game of Thrones el público ya había estado buscado una serie que la suplante. La serie de HBO había trasmitido esa mezcla perfecta de realismo, política y fantasía, y el resultado casi grandioso, llenó al fandom de expectativas sobre cuál sería una serie que pudiera asemejarse. El exitoso drama había elevado el estándar a través de su narrativa compleja y sus personajes intrigantes, aunque naufragó en calidad durante las dos últimas temporadas. Desafortunadamente, la vara que estableció la serie fue tan alta, que cuando perdió calidad, ésta cayó con fuerza y terminó siendo menos que su reputación.
La mayor parte de los fanáticos podemos estar de acuerdo en que la muy esperada temporada final careció de muchas de las cualidades que hicieron que la serie fuera tan buena. Lejos de dejar a los espectadores satisfechos, la última entrega logró decepcionar a casi todos, lo que resultó en una necesidad cada vez mayor de algún tipo de reemplazo. Afortunadamente, Netflix parece tener la solución con su próxima adaptación de The Witcher.
Al igual que el drama de HBO, The Witcher se basa en una serie de novelas que combinan los elementos de fantasía habituales, como criaturas mágicas, profecías y un entorno medieval con el tipo de exploración de personajes en profundidad que esperamos de un dramático drama. El tráiler de lanzamiento recientemente publicado, aunque breve, muestra precisamente eso.
Escritas por Andrzej Spakowski, las novelas se centran en Geralt de Rivia, un cazador de monstruos que viaja por el Continente y que a menudo se encuentra atrapado en intrigas políticas y debates morales, a pesar de sus mejores esfuerzos para evitarlos. Los monstruos, los elfos y los hechiceros no son solo ideas posteriores, sino que ayudan a ejemplificar los problemas sociales que se exploran a través de una lente moderna. De esa manera, las novelas pueden tocar todo, desde el fanatismo hasta la alfabetización científica, haciendo de The Witcher mucho más que una simple copia de cuento de Tolkien.
Debido a que la showrunner Lauren S. Hissrich ha dejado en claro que el programa seguirá siendo lo más fiel posible al trabajo de Sapkowski, es seguro asumir que al igual que lo hicimos con Game of Thrones en los primeros días, esta historia también seguirá la amplia narrativa de su creador hasta en los más mínimos detalles.
En su corazón, The Witcher puede ser incluso más sombría que Game of Thrones, ya que si hubieron profecías sobre el fin de los tiempos en la que un Príncipe Prometido se levantaba para salvar al mundo de la Larga Noche, en la serie, los responsables cambiaron los arcos, dejando a la serie fuera de eje, cambiando de forma significativa las funciones para las que habían sido preparados los personajes durante casi seis años, para tratar de sorprender a la audiencia, causando más decepción que sorpresa.
Hay poco espacio para esto en The Witcher, cuya historia de fondo está parcialmente impulsada por una profecía propia. Conocida como la Profecía de Ithlinne, predice el fin del mundo que llegará en forma de The White Chill (o The White Frost, un nombre con el que los jugadores podrían estar más familiarizados), un enfriamiento global imparable y completamente natural. Está implícito que hay esperanza en un niño de la Sangre Antigua, pero incluso eso no niega la casi segura destrucción del mundo. La historia, como se cuenta en las novelas, subvierte las expectativas, pero lo hace sin arriesgar ni sacrificar la integridad poética de ninguno de los otros personajes.
Algunos fanáticos menos desencantados con el resultado final de GOT podrían argumentar que una de las razones más importantes para la caída significativa en la calidad narrativa en la temporada final de la serie es que ésta superó los eventos de las novelas de George RR Martin. Los showrunners DB Weiss y David Benioff sabían cómo debía terminar la historia, pero ellos, y en parte, incluso el mismo autor de la saga Song of Ice and Fire, no sabían cómo llegar allí, arruinando por completo los arcos de Dorne, suprimiendo la verdadera historia de Aegon, o construyendo personajes de calidad dudosa como Euron Greyjoy, además de brindar un final ridículo que fue casi una parodia.
Hissrich no tendrá ningún problema como ese con The Witcher de Netflix, ya que Sapkowski terminó sus novelas hace años. De hecho, hay varias colecciones de cuentos y una novela independiente que acompaña a la saga principal, que extienden el mundo de Sapkowski y las historias de fondo de sus personajes centrales.
Nadie puede negar que la super galardonada Game of Thrones no fuera igualada en temporadas anteriores, pero en última instancia, simplemente no pudo cumplir con las expectativas que inculcó en su fandom. Hay un vacío en la televisión convencional que la nueva adaptación de fantasía de Netflix está perfectamente equipada para llenar. Así que esperamos ansiosos ya que The Witcher is coming.