Kevin Spacey ha sido demandado por Anthony Rapp y otro demandante no identificado, conocido como C.D., por presunta agresión sexual. Spacey ha enfrentado múltiples acusaciones de conducta sexual inapropiada después de que Rapp lo acusó por primera vez en octubre de 2017. Otras quince personas se han presentado alegando abuso a manos de Spacey y, aunque se abrieron múltiples investigaciones penales contra él, todas se cerraron desde entonces.
Spacey ha desaparecido del ojo público desde que surgieron las acusaciones. Inicialmente, Spacey buscó luchar contra estas acusaciones desviándose y saliendo del armario como gay en su disculpa a Rapp mientras alegaba que no recuerda el incidente específico. Este movimiento fue recibido con una reacción violenta no solo por la homosexualidad, sino por la combinación de su sexualidad con su comportamiento. Spacey también culpó de su comportamiento a la borrachera, pero todas sus excusas no fueron suficientes para disuadir la avalancha de acusaciones que surgieron después de las acusaciones iniciales de Rapp. Spacey se ha declarado inocente en todos los casos penales.
Según Rolling Stone, Spacey está siendo acusado de agresión, agresión e inflexión intencional de angustia emocional. Rapp y C.D. están solicitando daños no especificados. Pudieron presentar esta demanda en virtud de la Ley de Víctimas Infantiles de Nueva York que permite a las víctimas de abuso infantil presentar casos que de otro modo habrían expirado según el estatuto de limitaciones. Rapp alega que Spacey se impuso en una fiesta en 1986, mientras que C.D. detalla varios encuentros a lo largo de varios meses a principios de los ochenta.
Las acusaciones iniciales contra Spacey se produjeron en medio de un ajuste de cuentas por agresión sexual en Hollywood después de que también se presentaran acusaciones contra Harvey Weinstein. Weinstein fue declarado culpable de dos de los cinco cargos penales en Nueva York este año, mientras aún espera un juicio penal en Los Ángeles. Las acusaciones contra Spacey lo vieron excluido de la industria. Su personaje en el aclamado programa de Netflix House of Cards fue asesinado, con Robin Wright asumiendo el liderazgo. Spacey no ha trabajado desde entonces, en su lugar optó por lanzar vídeos extraños donde emula a su personaje de House of Cards, Frank Underwood.
La nueva denuncia contra Spacey no es sorprendente si se considera el aluvión de demandas que ha enfrentado en los últimos años. Aunque la mayoría de estas demandas, que se han presentado en California, Massachusetts y el Reino Unido, se han retirado, Spacey no puede escapar de ellas. El último proyecto en el que Spacey iba a estar involucrado, All The Money in the World, lo reemplazó por completo en la postproducción y Spacey no ha aparecido en nada desde entonces. Su presencia tanto en Hollywood como en la comunidad teatral casi se ha desvanecido mientras se esconde del ojo público. Sus abogados no respondieron a una solicitud de comentarios de Rolling Stone.