En una entrevista reciente, el dúo habló sobre algunas de sus escenas más memorables en proyectos como Community, Captain America: Civil War y su última película, The Grey Man de Netflix. Pero el dúo comenzó repasando el momento final de Tony Stark en Avengers: Endgame, donde revela que adquirió todas las piedras Infinity y las colocó en su traje para “revivir” la mitad del universo que Thanos eliminó en Avengers : Infinity Wars.
Una vez más, los hermanos mencionaron cómo trabajaron minuciosamente en varias líneas para que fuera la última de Stark antes de que terminaran usando algo proporcionado por el editor de la película, Jeffrey Ford. “Probablemente es la mayor presión que hemos tenido al tratar de encontrar una línea con [Christopher] Markus y [Stephen] McFeely en cualquiera de estas películas”, dice Joe. “No querrás joder la última línea de Tony Stark”.
Pero en el proceso de discutir cómo orquestaron ese adiós para la estrella Robert Downey Jr., también revelaron que parte de la presión en torno al momento final de Stark se debió al director de Iron Man, Jon Favreau.
“Parte de la presión provino de Jon Favreau, quien nos llamó después de leer el guión y nos dijo: ‘¿De verdad van a matar a Iron Man?'”, relató Anthony.
Joe continúa describiendo una llamada telefónica con Favreau en la que tuvo que “disuadirlo” sobre su decisión de terminar la historia de uno de los héroes más populares del UCM. “Recuerdo caminar en la esquina de un escenario al teléfono con Favreau tratando de disuadirlo porque él decía: ‘No puedes hacer esto. Va a devastar a la gente y no querrás que salgan del cine y entren en un bajón’”, recordó, antes de decir, “lo hicimos de todos modos”.
Ambos reconocen que entendieron las preocupaciones de Favreau, especialmente porque “él no había pasado por el proceso de la forma en que lo hicimos nosotros”, dijo Anthony. “Habríamos tenido la misma reacción si alguien lo hubiera mencionado”.
Entonces, ¿por qué siguieron adelante con eso? Según Joe, el dúo de directores de Infinity War y Endgame sintió que “se habían ganado el arco que se sentiría redentor, emotivo, edificante y esperanzador, a pesar de que él había sacrificado su vida”.