La primera película de Piratas del Caribe data de 2003, La Maldición del Perla Negra. Fue un éxito de ventas tan inesperado que se encargaron en el acto dos secuelas: El Cofre de la Muerte, 2006, y En el Fin del Mundo, 2007. Ambas siguieron la exitosa tendencia de la primera película recaudando 2 billones de dólares en conjunto.
Pero después de esa primera trilogía las dos películas de la franquicia, Navegando Aguas Misteriosas de 2011 y La Venganza de Salazar de 2017, han ido descendiendo en cuanto a recaudación y mucho más en cuanto a críticas.
Por ello es que la Casa del Ratón quiere revitalizar a su exitosa franquicia para acompañar al nuevo parque temático que lleva el mismo nombre. Además es una forma de despegarse de la controversia de tener a Johnny Deep (Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald), de comportamiento errático y con denuncias por violencia de género, en el personaje Jack Sparrow, una valiosa marca registrada de la compañía.
Reese y Wernick habían sido contratados hacia fin del año pasado para trabajar en el reboot pero han dejado el proyecto sin dar demasiadas razones para ello. Disney, por su parte, ya ha empezado a buscar sus reemplazos para continuar el proyecto.