Por: Oscar Orellana
Primero que todo, esta reseña está libre de spoilers, así que pase adelante y lea con confianza. No es la primera vez que se hace una adaptación de este manga, ya cuenta con dos películas japonesas y la versión animé con dos temporadas, esta última estrenada hace diez años.
Dirigida por Han Yan, cuenta la historia de Kaiji Itou, un chico que tiene un trauma de infancia que no lo deja distinguir la mayoría de las veces entre la realidad y la imaginación, lo que lo lleva a tomar el alter ego de un payaso bastante extremo; esto último, le trae más de una complicación a lo largo del relato. Es un tipo brillante, no obstante, este trauma le ha frustrado la vida, vive aquejado por problemas económicos y familiares y termina inmerso en un bizarro concurso tipo Hunger Games, que puede sacarlo de un tirón de todos sus problemas o ser el más horrible final de una historia que ha sido una tragedia griega desde siempre.
Protagonizada por Yi Feng Li, quien ha sido elogiado hasta por el mismísimo Jackie Chan, combina una notable actuación con una sorprendente habilidad coreográfica en las peleas que se suscitan dentro del film. Su antagonista, Anderson, encarnado por Michael Douglas, quien al menos a mi gusto, es mucho mejor actor cuando toma el papel de malo, hace gala de su experiencia en la pantalla grande para darnos un personaje, enigmático, frío y con ribetes psicopáticos, que al poco andar se gana la antipatía del espectador.
Respecto del resto de las actuaciones, hay un buen trabajo de dirección, ya que en todo momento queda la duda de quien es el bueno y quien es el malo, incluyendo al mismo protagonista de la historia, considerando que no siempre se puede ser honorable cuando de sobrevivir se trata.
La principal locación, es un crucero llamado “Destiny“, que es tan imponente como tétrico, sin embargo es bastante útil para que la fotografía pueda hacer que los mismos lugares sean lujosos casinos o aterradoras mazmorras. Pese a ser una película de manufactura china, muchos de los recursos son propios de la estética hollywoodense, probablemente porque pensaron que esta película al ser lanzada por Netflix obligatoriamente tendría un público occidental.
En cuanto a la estética de la película, es muy distinta a la del manga, considerando que es bastante más cercano en “el mundo del payaso” a lo visto en Deadpool o TMNT, no así en el animé que es más parecida a Fuerza G (Gatchaman) o La isla del tesoro.
Por otra parte, hay elementos que siempre se agradecen en un film, sobretodo cuando aportan valor a la narración. En este caso, el uso del Leit Motiv, (La vie en rose), es fundamental dentro de la historia, se hace presente de principio a fin y va modificando y ampliando su significado en el transcurso de la película, se hace cada vez más necesario y más potente. Para los que no estén familiarizados con el término, se refiere a grandes rasgos a la música utilizada repetidamente con fines narrativos, ligados a una situación o personaje, el ejemplo más claro para mi gusto es “la marcha imperial” en Star Wars.
Finalmente, como dato les puedo contar que al más puro estilo de las películas de Marvel, hay una escena post créditos que sí o sí deben ver.
Título original Dongwu shijie
Año 2018
Duración 120 min.
País China
Dirección Han Yan
Guion Han Yan (Cómic: Nobuyuki Fukumoto )
Reparto Yi Feng Li, Zhou Dongyu, Michael Douglas
Productora Beijing Ruyi Xinxin Film Investment / Beijing Enlight Pictures
Género Acción. Aventuras. Ciencia ficción | CómicSinopsis Zheng Kaisi debe mucho dinero a sus amigos. Para pagar su deuda decide embarcarse en el “Destiny”, un barco en el que hay una misteriosa fiesta de apuestas.
Puntaje: 8/10